lunes, 26 de septiembre de 2011

Un beso legal nunca llenará tanto como uno robado.

De repente te das cuenta, le quieres. Puede que hayas estado intentado no reconocerlo. Has estado buscando métodos para olvidarle. ¿Otros tíos? Quizás. Pero vuelves a verle y le miras tan tímidamente como el primer día. Te acercas a él, a preguntarle cualquier cosa trivial, pero vuelves a hablar con él, y te sonríe, y te enteras de que le sigues queriendo. Da igual que hayan pasado meses, de echo años, le quieres. Esos ojos marrones, ese pelo oscuro y rebelde, esa sonrisa blanca y perfecta, que ilumina su cara cuando sonríe, que hace que te derritas cuando la ves, ese cuerpo, y sus manos, aquellas que te rodeaban cuando él te besaba. Y sientes que estáis hechos el uno para el otro. Te preguntas qué pasó, porqué todo se acabó, que hizo que os distanciaseis, y lo recuerdas. Pero te da igual, te da igual que te rechazase en una ocasión, le perdonas porque en ese momento sientes que él también te sigue queriendo, que sigue deseando rozar tus labios, en algún momento que no debía y de esa manera furtiva, tan característica en él, que sigue deseando rodearte entre sus brazos, con ternura.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Perdón.

Está mal. Ha discutido con su mejor amiga, le ha dicho cosas horribles que ni siquiera piensa, y todo porque escribió ese mensaje en caliente. No sabe ni como arreglar las cosas, incluso ha mirado el horóscopo por si venia algo, pero sólo decía que afrontara sus problemas de una manera diferente y encontraría a alguien genial por el camino. Pero ¿afrontar los problemas de una manera diferente? ¿Y cómo se hace eso? No es la primera vez que discuten así de fuerte, de echo ya es la segunda en este año, y supongo que ella debería saber como arreglarlo, pero de echo no lo sabe. Y lo siente, lo siente muchísimo, la quiere y no sabe como decírselo o cómo hacérselo notar.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Intento

Esto es horrible. ¿Que de qué hablo? De la impotencia que se siente cuando ves a un amigo mal y no puedes hacer nada o no sabes como animarle. Dices cualquier chorrada, sí, pero en el fondo sabes que no va a arreglar nada y que sigue igual de mal. No te metes, porque podría acabar peor. Ni siquiera intentas decir algo que pueda arreglarlo todo, sólo haces bobadas para conseguir lo único que puedes conseguir, sacarle una sonrisa.
No será la mayor ayuda que puedas prestar, no, pero yo diría que le ayuda. Al menos te da un respiro verle sonreír por un segundo ¿no?

domingo, 18 de septiembre de 2011

Solo, solito, solo

No se porqué me pasa esto. Mi cabeza sabe perfectamente que no estoy sola, pero mi instinto o mi percepción de las cosas no dice eso. Pensarás, seguramente, que tienes un montón de amigos para los que eres su primer pensamiento de la mañana, que si necesitasen algo te llamarán a ti, que si llegas un poco más tarde un sábado están dispuestos a quedar contigo en algún sitio para que no llegues sola, que te incluyen en todos sus planes, que en definitiva te demuestran con hechos lo mucho que te quieren y la gran simpatía que tienen hacia ti, y no sólo con palabras. Todos estos detalles son características importantes que deben tener los amigos, ¿no? Pues piensa quién de todos tus "amigos" cumple esto, porque quizás te sorprendas tanto como yo del resultado.

¿Alguna vez...danza?

¿Alguna vez probaste a hacer danza? Bueno, supongo que todos alguna vez hemos bailado en plan broma cualquier cosa en una discoteca, pero no me refiero a eso. ¿Alguna vez has ido más allá? ¿Has intentado aprender a bailar algo, e ir mejorando cada día? ¿Alguna vez has probado a enfrentarte a un escenario bailando todo lo mejor que sabes hacerlo, aunque sólo estén tus padres? ¿Has defendido el baile que te gusta a toda costa aunque tus amigos se burlen de ti? ¿Has reído y llorado por ello? ¿No? Pues deberías probarlo, porque es genial.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Como dos copos de nieve

Todos necesitamos tener nuestra propia vía de escape, un lugar por donde expulsar aquello que nos hace tanto mal y compartir eso que nos hace sonreír cada mañana.
Hablar, expresarse, desahogarse y gritar no es malo, al contrario, ayuda a que uno se sienta mejor.

Cada cuerpo y cada alma es distinta a las demás, nadie es capaz de saberlo todo sobre su media naranja porque, seamos claros, la media naranja es tan solo una forma de decir "aquel muy parecido" (pero no igual) a ti.

Todos somos todo, juntos, no por separado. Somos como los copos de nieve, diferentes.