sábado, 1 de octubre de 2011

Como una pequeña bomba, que estalla.

Y dejar una preciosa envoltura y que lloren por mí y mi trágica y corta existencia.
Ser una musa del sexo, las drogas y el rock & roll, quemar no sólo momentos, si no almas. Fundirme, expandirme y vaciarme en cada colchón, colocarme en las esquinas, vivir los martes volcada en una cerveza, confundirme con el fluir del mundo y perder, perder, perder...la noción del tiempo y de mí misma.
Mirar al techo y ver cada día un arcoiris aderezado con dolores de cabeza y terrores nocturnos, euforia, pánico y depresión post-caida.
Vender mi alma por que alguien me persiga hasta el cuarto de baño, perder mis años porque el tiempo es así.

Estoy haciendo todo lo que puedo para estallar y dejar tantos pedazos como disgustos creé y mandar a la mierda esta vida que es perra.

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