viernes, 27 de enero de 2012

Step

Me siento impotente. Sí, esa es la palabra, impotencia. El saber que haga lo que haga, la seguirás queriendo, llevas arrastrándote detrás de ella 3 años; pero aún así sigues fiel. Ni siquiera os habéis dicho que os queréis, y los dos lo sabéis perfectamente. Tú no paras de tener detalles con ella pero en el instante de decírselo te cagas y pones cualquier escusa tonta. Ella se cansa, su paciencia se agota, cada vez que le dices que no tienes nada que decirle ella se derrumba, y tú pierdes puntos. Y te preguntarás, ¿qué pintas tú en esa historia? Pues verás, yo soy el escalón intermedio. Sí, ese que, cuando crees que has olvidado a alguien apoyándote en ese escalón, te das cuenta que mejor no apoyarte en el escalón, te das cuenta que aún no has luchado suficiente, y retrocedes. Y el escalón que se había acostumbrado y preparado para ti, se queda vacío, y se jode, porque nada te hará volver. Qué putada, ¿eh?